Epístola de Segunda de Pedro No.3
Fred R. Coulter—30 de septiembre, 1995
El día de hoy vamos a terminar la sección donde Pedro nos habla de las cosas que necesitamos hacer; las cosas en las cuales debemos crecer y aplicar en nuestras vidas.
Vayamos a II Pedro 1:5; solamente repasaremos un poco y después llegaremos a la sección donde se muestra que en el Antiguo Testamento habían profecías de que los profetas terminarían la Palabra de Dios. Veremos la evidencia en el Nuevo Testamento de que Pedro, Pablo y Juan fueron los que hicieron la canonización. Si usted entiende la Palabra de Dios y entiende cómo trabaja Dios, entonces puede darse cuenta de que la verdadera canonización tenía que ser hecha por los apóstoles. Dios no dejaría que fuera hecha por un grupo de teólogos paganos y filosofados, quienes supuestamente se acababan de convertir del paganismo al cristianismo, en los años 300 D.C.
Lo cierto es, que los apóstoles canonizaron el Nuevo Testamento—y cuando llegó el momento de canonizarlo en los 300 D.C. y los 400 D.C. lo único que hicieron tanto la iglesia ortodoxa como la católica… fue poner un sello de aprobación en el gran número de manuscritos existentes, que es el que tenemos aquí. Así que, cuando usted entienda eso, se dará cuenta que Dios es Quien inspiró a los apóstoles para que canonizaran el Nuevo Testamento. La Palabra de Dios ha sido inspirada por Él, escrita por los apóstoles, y preservada para nosotros como veremos más adelante.
II Pedro 1:5: “Y por esta misma razón también, habiendo además aplicado toda diligencia…”— Así que, tenemos que ser diligentes.
Ahora leamos el verso 10: “Por esta razón, hermanos… [Después de que él resume todo, dice]…sean aún más diligentes para hacer su llamado y elección seguros…”—así que la diligencia, la fidelidad y la vigilancia son parte del crecimiento y entendimiento cristiano.
De nuevo el verso 5: “…por esta misma razón también, habiendo además aplicado toda diligencia, añadan a su fe… [Es un poco extraño traducirlo literalmente del griego, porque en el Interlinear vimos que ‘añadan’ es: en—añadir en. Se refiere a poner en; lo cual en realidad, es algo que está creciendo desde adentro]…añadan a su fe, virtud; y a la virtud, conocimiento; y al conocimiento, auto-control; y al auto-control, resistencia; y a la resistencia, santidad; y a la santidad, amor fraternal; y al amor fraternal, el amor de Dios” (versos 5-7). Y la razón por la cual lo traduje de esa manera es porque así está en el griego, como vimos la última vez.
Ahora cubramos algunos puntos acerca del amor; porque es muy importante que lo entendamos. Sin embargo, ya hicimos una serie sobre el tema cuando estudiamos 1era, 2nda y 3era de Juan, llamada el amor de Dios. Esta serie incluye todo lo que viene ahí, porque es algo muy importante.
Más adelante veremos en los escritos de Pedro, que el libro de Marcos también fue escrito bajo su tutela, (porque Marcos era quién le asistía). También veremos, que Marcos le ayudó a Pablo a reunir todas las epístolas para canonizar el Nuevo Testamento. Ustedes verán que el amor no era un punto fuerte para Pedro. Yo pienso que Pedro aprendió más acerca del amor ya casi al final de su vida, aunque no fue tan fuerte en ese aspecto como Juan, o como Pablo.
I Pedro 4:8: “Pero, sobre todo, tengan ferviente amor entre sí… [La Reina Valera dice caridad, pero la traducción correcta es amor. El griego es ‘ágape’ y en la mayoría de los lugares del Nuevo Testamento donde se usa la palabra caridad, la palabra leída en griego es ‘ágape’—la cual se traduce como amor.]…porque el amor cubrirá una multitud de pecados.” Ahora, ¿Por qué el amor ‘cubre una multitud de pecados’? ¡Porque El amor entiende los problemas y dificultades de la naturaleza humana! Esto es, cuando hay arrepentimiento por supuesto. Esto no quiere decir que el amor vaya a blanquear, minimizar, ocultar, negar o mentir acerca de ello. Ese no es el tipo de cubrimiento del que habla. Está hablando de ‘cubrir una multitud de pecados’ porque ¡entiende!
Mateo 18 nos da una muy buena lección acerca del arrepentimiento, y de la aceptación después del arrepentimiento (en cuanto a lo que una persona hace o no hace). Todo esto tiene que ver con que ‘el amor cubre una multitud de pecados’ Y ¡Los va a cubrir! A veces hay pecados que necesitan ser expuestos y Jesús habla acerca de esos pecados. Él dijo, ‘aquello que es hablado en secreto será gritado desde la azotea.’ Usted tiene que discernir la diferencia entre ambos. A veces se tienen que exponer, porque aún no ha habido arrepentimiento. Hay muchos pecados que afectan abiertamente a muchas personas, y un ejemplo de ello es lo que hemos estudiado acerca de la aceptación de la Navidad en algunas de las Iglesias de Dios. Ese es un pecado que debería ser expuesto, y ‘gritado desde la azotea’ como algo incorrecto. Pero en cuanto a tratarnos unos a otros con amor fraternal:
Vamos a conectar estos dos porque Pedro es quien escribió la segunda epístola de Pedro. Mateo 18:21: “Entonces Pedro vino a Él y dijo, ‘Señor, ¿Cuan a menudo pecará mi hermano contra mí y yo lo perdonaré? ¿Hasta siete veces?’… [Eso parece razonable, pero no cubre el alcance de la naturaleza humana. ¿Tiene usted pecados que ha cometido más de siete veces? ¡Por supuesto que sí! Ahora, él no nos dice el periodo de tiempo, pero consideremos que fuera un día]… Jesús le dijo, “No te digo que hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete’” (versos 21-22). Entonces, así es como el amor cubre una multitud de pecados.
Veámoslo también de esta manera; vayamos a Juan 3:16 para mostrar que el amor de Dios es lo que cubre el pecado. Dios es amor, y Él eventualmente va a cubrir todos los pecados del mundo. Ya sea que haya arrepentimiento y los pecados sean puestos bajo la sangre de Cristo; o como sabemos por las Escrituras, ocurrirá la muerte de los malvados y serán quemados en el lago de fuego; pero Dios se va a encargar de todos ellos.
Juan 3:16: “Porque Dios amó tanto al mundo… [Él nos ama; Él ama al mundo, aun lo ama y lo va a salvar. A pesar de que ha dejado que la humanidad se desvíe de la manera que lo ha hecho, Dios es más grande que todos los pecados que puedan hacer los seres humanos. Dios es capaz de encargarse de ello]…que dio Su único Hijo engendrado, para que todo el que crea en Él no pueda morir (o pueda no morir), sino pueda tener vida eterna. Porque Dios no envió a Su hijo al mundo para que pudiera juzgar al mundo, sino para que el mundo pudiera ser salvo a través de Él” (versos 16-17). Esto requiere de muchísimo perdón para poder hacerlo ¿verdad? Entonces, así es como el amor cubre una multitud de pecados. Y vean cómo Juan profundiza en lo que Pedro escribió.
Pienso que tal vez somos una de las pocas iglesias que hacen esto que leeremos a continuación.
Vayamos a I Pedro 5:13: “La iglesia en Babilonia, escogida junto con ustedes, los saluda, como también Marcos, mi hijo… [Quien escribió el libro de Marcos, y vino a ayudarle a Pablo. Él fue quien trajo los pergaminos y las otras cosas, para que pudiera terminarse el Nuevo Testamento]…Salúdense uno al otro con un beso de amor…” (Versos 13-14).
Creo que nosotros hacemos esto más que ninguna otra iglesia. Algunas iglesias se vuelven tan formales que todos se dicen señor y señora, se saludan de manos, y no se atreven a mostrar ninguna emoción unos con otros; yo pienso que eso es totalmente incorrecto. Esta escritura nos muestra el tipo de amor que debemos tener.
Vayamos a II Corintios 6. Y esto es importante porque nos muestra que a pesar de todo lo que tenemos que atravesar—que no es poco— el apóstol Pablo también pasó por muchísimas cosas. Pienso que todo el sufrimiento y la dificultad que Pablo tuvo que pasar, le enseñó muchísimo acerca del amor de Dios; le enseñó mucho acerca de cómo Dios realmente tiene la capacidad de perdonar a partir del arrepentimiento, ¡y lo hace!
II Corintios 6:1: “Nosotros entonces, trabajando junto con Él, estamos también exhortándolos a no recibir la gracia de Dios en vano.” La gracia de Dios no es una licencia para pecar. La gracia de Dios es para cubrir el pecado—a partir del arrepentimiento. La gracia de Dios es para ponernos en un status con Dios que:
· Nos da el fruto de Su Espíritu
· Nos da Su amor
· Nos da Su entendimiento
· Nos da las cosas que Dios quiere que tengamos para crecer en la gracia y en el conocimiento de Jesucristo
Todo eso es parte de la gracia de Dios. Y él dice que ‘no la recibamos en vano.’
Verso 2: “(Porque Él dice, “En un tiempo aceptable te he oído, y en un día de salvación…” Hoy no es el único día de salvación. Si usted mira alrededor del mundo, tendría que concluir que si este fuera el único día de salvación, ciertamente Dios estaría perdiendo, porque sin duda, Satanás está ganando en este tiempo. Así que, es un día de salvación; y es para nosotros—nosotros somos llamados a salir.
“…te he ayudado.’ He aquí, ahora es un tiempo aceptable. He aquí ahora es un día de salvación.)” (Verso 2). Este no es un día de salvación para el mundo, sino para nosotros.
Después en el verso 3, él habla acerca de su ministerio: “Nosotros no damos ofensa a nadie en nada, para que el ministerio no pueda ser culpado; sino que en todo estamos confirmándonos nosotros mismos como siervos de Dios, en mucha resistencia, en tribulación, en necesidades, en angustias, en azotes, en encarcelamientos, en tumultos, en trabajos, en vigilias, en ayunos” (versos 3-5).
Esto no me recuerda a muchas personas que conozco. ¿A usted le parece familiar? ¿Piensa usted que ha tenido un tiempo difícil como cristiano? Y eso que las dificultades apenas comienzan.
Verso 6: “En pureza, en conocimiento, en paciencia, en bondad, en el Espíritu Santo, en amor no fingido.” Y a través de cada una de estas cosas, Pablo pudo desarrollar:
· El amor de Dios
· La paciencia
· La pureza
· El conocimiento
Entre otras cosas.
Verso 7: “En la Palabra de verdad, en el poder de Dios; a través de la armadura de justicia en la mano derecha y en la izquierda, A través de gloria y deshonra, por medio de reporte malvado y buen reporte, como engañadores y verdaderos… [Parece que habían muchas personas alrededor de Pablo diciéndole cosas]… Como desconocidos y bien conocidos; como muriendo, pero he aquí, estamos vivos; como castigados, pero no puestos a muerte; Como tristes, pero siempre regocijándonos; como pobres, pero enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada, pero poseyendo todas las cosas. ¡Oh ustedes Corintios! Nuestras bocas han sido abiertas a ustedes, y nuestros corazones han sido ampliados hacia ustedes. Ustedes no están reprimidos por nosotros, sino que están restringidos en sus propios corazones” (versos 7-12). En otras palabras, les está diciendo que está tan preocupado por ellos, hasta el punto de estar afligido dentro de sí.
Ahora noten lo que él dice en el verso 14: “No sean unidos desigualmente con incrédulos. Porque ¿Qué tienen en común la justicia y la ilegalidad?... [¿No es este un dicho verdadero? ¿No es cierto esto en la actualidad?]…Y ¿Qué compañerismo tiene la luz con la oscuridad?... [Usted no puede traer un poco de oscuridad y esperar que la luz de Dios continúe. La oscuridad se va a apoderar de usted, porque se estaría rindiendo ante Satanás]…Y ¿Qué unión tiene Cristo con Belial? O ¿Qué parte tiene un creyente con un incrédulo? Y ¿Qué acuerdo hay entre un templo de Dios y los ídolos? Porque ustedes son templo del Dios vivo…” (Versos 14-16).
¿Habrá un templo durante el Milenio? La respuesta es no, ¡no habrá! No va a haber un sacerdocio levítico durante el Milenio. Nosotros seremos los reyes y los sacerdotes y tampoco habrá sacrificios animales. Si Cristo está aquí, ¿Por qué habría sacrificios animales? En la Fiesta de Tabernáculos repaso toda la sección de Ezequiel 40-47 donde hay algunas cosas que se proyectan hacia la profecía del Milenio y más allá. Pero de lo que se habla en Ezequiel 40-47, es del segundo templo y la predicación del Evangelio saliendo del segundo templo y el comienzo de la Iglesia.
Verso 16: “Y ¿Qué acuerdo hay entre un templo de Dios y los ídolos? Porque ustedes son templo del Dios vivo, exactamente como Dios dijo: ‘Viviré en ellos y caminaré en ellos; y seré su Dios, y ellos serán Mi pueblo. Por tanto, salgan de en medio de ellos y sepárense,’ dice el Señor…” (Versos 16-17). Aquí Pablo estaba diciéndoles que no se unieran al mundo. El amor no le da a uno el derecho de salir y unirse al mundo; eso es de lo que está hablando.
“…‘y no toquen lo impuro… [Mucho menos comerlo]…y Yo los recibiré; y seré un Padre para ustedes, y ustedes serán Mis hijos e hijas,’ dice el Señor Todopoderoso” (versos 17-18). Aquí vemos todo lo que abarca el cristianismo resumido en un capítulo (II Corintios 6), donde también se menciona todo lo que vamos a experimentar como cristianos. Estoy convencido de que antes que termine el tiempo del fin, vamos a experimentar muchas de las cosas por las que él tuvo que pasar y sin duda alguna, así será.
Vayamos a I Timoteo capítulo cuatro, y aquí veremos algunas instrucciones concernientes al amor de Dios, que no cubrimos anteriormente. I Timoteo 4:12: “No dejes que nadie desprecie tu juventud; sino sé un ejemplo a los creyentes—en palabra, en conducta, en amor, en Espíritu, en fe y en pureza.” Esto no significa que él no tenía sus dificultades y sus problemas—ciertamente los tenía; todos los tenemos.
También tenemos aquí otra amonestación del apóstol Pablo para Timoteo, II Timoteo 2:22: “Pero huye lujurias juveniles; y ve tras justicia, fe, amor y paz con aquellos quienes están llamando al Señor con un corazón puro… [Esta es una buena amonestación, porque uno puede llegar a desviarse por estas cosas— ¿verdad?]…Pero rechaza especulaciones tontas e ignorantes, sabiendo que ellas engendran argumentos” (versos 22-23).
Y vaya que eso puede pasar. Puedo decirles que a través de la historia ha habido más discusiones acerca de lo que significa y lo que no significa la Biblia, ¡que de ningún otro libro en el mundo!
· ¿Acaso discuten las personas acerca de Shakespeare? ¡No!
· ¿Discuten las personas acerca de los escritos de Homero, La Ilíada y la Odisea? ¡No!
· ¿Discuten acerca del libro del Corán?
No he escuchado de mártires por algún pleito acerca del libro del Corán, aunque supongo que los ha habido. Pero sí que los hay por la Biblia, ¿cierto? Es interesante que ‘preguntas tontas e ignorantes’ definan el tipo. Algunas personas hacen preguntas solamente para causar problemas; no preguntan para aprender, para saber o entender. Así que debemos evitar a esas personas.
II Timoteo 3:10: “Pero tú has seguido de cerca mi doctrina, conducta, propósito, fe, paciencia, amor, resistencia, persecuciones y sufrimientos—como las que me sucedieron en Antioquía, en Iconio, y en Listra. Tú sabes qué clase de persecuciones resistí… [Reunieron a las multitudes, incitaron a una revuelta, fueron contra Pablo; lo apedrearon, y lo dejaron ahí pues lo dieron por muerto. Pero Él se levantó, caminó, y regresó predicando porque]:…el Señor me libró de todas ellas. Y ciertamente, todo quien desee vivir piadosamente en Cristo Jesús será perseguido. Pero hombres malvados e impostores llegarán a ser peor y peor, engañando a otros y siendo engañados ellos mismos” (versos 10-13).
¿No es esto cierto? ¡Esto es exactamente lo que está sucediendo! Un engaño lleva a otro engaño. Una de las preguntas que se generan es: ¿Está mal que los cristianos introduzcan novedades en su adoración a Dios? Y después dicen, ‘Bueno, si adoramos a Dios quitando las partes paganas de la navidad, entonces todo está bien, ¡se desvían en su propio razonamiento! Por lo tanto, se van enfriando más y más. Y estamos viendo estas cosas suceder justo frente a nosotros.
Vayamos a Colosenses 3 y terminaremos la sección de amonestaciones que escribió Pedro, las cuales tenemos que usar para crecer en gracia y conocimiento. Además, debemos agregar las diferentes características del Espíritu Santo para tener mayor crecimiento y entendimiento.
Colosenses 3:12: “Vístanse entonces, como los elegidos de Dios, santos y amados, de profundo afecto interior, amabilidad, humildad, mansedumbre y paciencia; soportándose uno al otro, y perdonándose uno al otro… [Es por esto que ‘el amor cubre una multitud de pecados.’]…si cualquiera tiene una queja contra otro; incluso como Cristo los perdonó, así también ustedes deberían perdonar. Y sobre todas estas cosas… [Este es el aspecto más remarcable; de esto estaban hablando Pablo y Pedro. Es por esto que Pablo dijo que hay fe, hay esperanza y amor—y el amor es el más grande]…vístanse de amor, el cual es el vínculo de la perfección” (versos 12-14).
¿Cómo puede usted ser perfecto, como su Padre en el cielo es perfecto? Lo puede hacer:
· Al revestirse del amor de Dios
· Al dejar que el Espíritu de Dios esté en usted
· Al permitir que el Espíritu de Dios lo guie
· Al permanecer en la gracia de Dios, para que estas cosas crezcan en usted
Volvamos a II Pedro capítulo uno. Ahí veremos algunas cosas muy interesantes acerca de cómo los apóstoles canonizaron, reunieron y terminaron el Nuevo Testamento… de una manera que mucha gente no entiende.
II Pedro 1:8: “Porque si estas cosas existen y abundan en ustedes…”
· La fe
· La virtud
· El conocimiento
· El auto-control
· La resistencia
· La piedad
· El amor fraternal
· Y el amor
En realidad existen y abundan en usted.
¿Cuál sería un término moderno para decir que algo está en usted? Es algo conocido por mucho tiempo, pero existe una frase moderna para ello. La palabra es internalización. Internalización significa que usted entiende las reglas y regulaciones; usted entiende las leyes de Dios; pero para ser internalizadas deben de estar escritas en nuestra mente y corazón. Entonces, él está diciendo lo mismo aquí, que si estas características listadas en los versos 5, 6 & 7…
“…existen y abundan en ustedes, no les harán estar carentes de esfuerzo ni carentes de fruto en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo… [En otras palabras, cumpliríamos con una de las últimas cosas que él dijo: crecer en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo]…Pero aquel en quien estas cosas no están presentes está espiritualmente ciego—tan miope que ha olvidado que fue purificado de sus antiguos pecados” (versos 8-9).
Veamos lo que sucede cuando alguien no tiene estas cosas dentro de sí mismo, cuando se usa el nombre de Cristo para beneficio propio y cuando se usa el nombre de Cristo para combinarlo con el de Belial.
II Pedro 2:18: “Pues ellos hablan palabras rimbombantes de vanidad, atrayendo a otros por medio de las lujurias de la carne al conceder indulgencias para pecar, y atrapando a aquellos quienes ciertamente habían escapado de aquellos quienes viven en el engaño.” Aquí se habla de un grupo de personas que aún estaban en proceso de salir del mundo, estaban acercándose al conocimiento y entendimiento de la Verdad, y alguien vino a ellos con engaños y empezó a decirles—por medio de ‘seductoras lujurias de la carne’— las cosas que estaban permitidas hacer.
Verso 19: “Mientras le prometen libertad, ellos mismos son en realidad esclavos de corrupción; porque por cualquier cosa que alguno es vencido, él también es mantenido en esclavitud…” Si usted tiene algo que lo ha vencido, usted ha sido derrotado por eso, y usted necesita del triunfo de Cristo para vencer aquello que no ha podido dejar de hacer.
“…él también es mantenido en esclavitud. Porque si, después de escapar las contaminaciones morales del mundo por medio del conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, ellos nuevamente se enredan en ellos, y son vencidos, el último fin es peor que el principio.” (Versos 19-20). Eso es lo que podemos ver suceder ante nuestros ojos.
“…Porque hubiera sido mejor para ellos no haber conocido el camino de justicia que, después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que fue entregado a ellos. Mas el pronunciamiento que se encuentra en el proverbio verdadero les ha sucedido a ellos: El perro ha vuelto a comer su propio vómito; y la puerca que fue lavada ha regresado a su lugar de revolcarse en el cieno asqueroso.” (Versos 21-22). Y vamos a ver esto suceder dentro de la Iglesia de Dios, y estaba sucediendo también en tiempos de Pedro; así que él dio esta advertencia antes de llegar al capítulo dos, diciendo:
II Pedro 1:9: “Pero aquel en quien estas cosas no están presentes está espiritualmente ciego…” ¿Se referirá a aquellos que están ‘ciegos, desnudos y destituidos’? ¡Sí! ¡Son los Laodiceanos! Aunque no vamos a irnos en contra de ellos porque también hay muchos otros que están ciegos.
Vayamos a Juan capitulo nueve porque Jesús dio una gran lección con esta parábola. Todo el capítulo es acerca de un hombre que fue curado de ceguera, la cual tenía de nacimiento. Aquí se nos muestra todo el relato, pero sólo cubriremos los primeros versos del capítulo y después leeremos algunos versos al final, para ver la lección.
Juan 9:1: “Ahora al pasar Jesús, Él vio a un hombre quien era ciego de nacimiento. Y Sus discípulos Le preguntaron, diciendo, ‘Rabí, ¿Quién pecó, éste hombre o sus padres, que él fuera nacido ciego?’” (Versos 1-2). Esa no es una muy buena pregunta, ¿verdad? Porque ¿cómo podría alguien pecar en el vientre, para nacer ciego?
Verso 3: “Jesús respondió, ‘Ni este hombre pecó, ni sus padres; más bien, ésta ceguera vino de modo que las obras de Dios pudieran ser manifestadas en él.’” Dios deliberadamente ha hecho que algunas personas nazcan en una situación de discapacidad; para mostrar Su poder y Su gloria. Este hombre ciego fue uno en particular, para enseñar una lección que ha sido preservada en las Escrituras para nosotros hasta este día.
Verso 4: “Yo debo obrar las obras de Quien Me envió mientras es aun día. Cuando la noche viene, nadie es capaz de trabajar. Mientras estoy en el mundo, Yo soy la luz del mundo.’ Después de decir estas cosas, Él escupió en la tierra, e hizo barro de la saliva, y aplicó el barro a los ojos del hombre ciego” (versos 4-6).
Esta escena es impresionante, ¿no es así? ¡Piénsenlo! ¿Le gustaría a usted que le hicieran eso? Claro que no podría ver lo que estaba pasando, pero los discípulos y los apóstoles lo vieron. Cristo se agachó, y escupió sobre la tierra—probablemente tuvo que escupir bastante y mezclarlo para ponerlo sobre los ojos del hombre. Yo me imagino que los discípulos pensaron, ‘Vaya, eso no es algo muy inteligente.’ Pero sí lo fue, pienso yo, en relación a la pregunta tonta de ellos. Después, el hombre fue a la piscina de Silo, se lavó y volvió.
¿Podría ser que él no tuviera ojos? ¡No lo sé! ¿Podría ser que el lodo fuera parte de la creación milagrosa de sus ojos? No lo sé. Tendremos que dejar eso como una incógnita.
Él entró en la sinagoga y los fariseos le preguntaron, ‘¿Tú eras ciego? ¿Quién te sanó? Entonces él les dijo quién lo sanó. Los fariseos no lo creyeron, así que les preguntaron a los padres, ‘¿Es éste su hijo?’ Sí, este es nuestro hijo. ‘¿Cómo es que él puede ver? No sabemos, pregúntenle a él, ya tiene edad. Ellos respondieron ‘Nosotros los vamos a echar de la sinagoga si no nos dicen la verdad, porque sabemos que este hombre es un pecador.’ Así que la lección es:
Leamos lo que el hombre que fue sanado les dijo en el verso 30: “El hombre respondió y les dijo, ‘Ésta es verdaderamente una cosa increíble… [Aquí, él les está instruyendo a los fariseos]…que ustedes no sepan de dónde ha venido Él, aun así Él ha abierto mis ojos. Ahora, nosotros sabemos que Dios no escucha a pecadores. Pero si alguno es temeroso de Dios y está haciendo Su voluntad, Él lo escucha. Desde el principio del mundo nunca se ha oído que alguien haya abierto los ojos de uno quien nació ciego. Si este Hombre no fuera de Dios, no podría hacer nada.’” (Versos 30-33). Aun así, los fariseos dijeron que él era un pecador.
Verso 34: “Ellos respondieron y le dijeron, ‘Tú naciste completamente en pecado, y ¿estás enseñándonos a nosotros?’…” Aquí aconteció un milagro que nunca había ocurrido—ni algo parecido—desde la fundación del mundo; pero ¿en qué estaban más interesados los fariseos, que en el hecho de que él podía ver y el milagro que se hizo? Estaban interesados en condenar a Jesús, y ¡en retener su propio poder y autoridad política! Eso era lo que les preocupaba.
“…Y lo expulsaron… [Esto se escucha como la experiencia que han tenido algunas personas que conocemos]… Jesús oyó que ellos lo habían expulsado; y cuando lo encontró, le dijo, ‘¿Crees en el Hijo de Dios?’ Él respondió y dijo, ‘¿Quién es Él, Señor, para que yo pueda creer en Él?’ Y Jesús le dijo, ‘Tú lo has visto, y Él es aquel Quien incluso está hablándote ahora.’ Entonces él dijo, ‘Señor, creo.’ Y lo adoró.” (Versos 34-38).
Si Él no hubiera sido Dios en la carne, entonces no habría permitido que aquel hombre le adorara, porque en el libro de Apocalipsis, Juan se arrodilló ante un ángel y el ángel le dijo, ‘No hagas esto, yo soy uno de tus ayudantes y de tus hermanos—adora a Dios.’ Y aquí leemos que el que fue sanado le adoró a Él.
Verso 39: “Y Jesús dijo, ‘Para juicio he venido a este mundo…” En otro lugar de la Biblia dice que Él no vino para juicio, pues ciertamente Él no vino para juicio para aquellos que se arrepienten, porque sus pecados serán perdonados—sino que Él vino para juicio para aquellos que no se arrepientan.
Aquí está la razón: “…para que aquellos quienes no ven puedan ver… [Así como este hombre ciego; de bajo nivel social; que obviamente no poseía alguna educación digna de considerarse por los fariseos]…y aquellos quienes ven puedan llegar a ser ciegos.’ Y aquellos de los fariseos quienes estaban con Él oyeron estas cosas; y le dijeron, ‘¿Nosotros también somos ciegos?’” (Versos 39-40). Ahí está toda la lección. Usted va con alguno de estos ‘expertos’—como el doctor Martin ha señalado muchas veces acerca de los doctores. Si usted fuera con un doctor y le dijera, ‘Usted está completamente equivocado y solamente está aquí por el dinero,’ sería echado fuera. Incluso podría ser arrestado y puesto en prisión si hace el escándalo suficiente. Ellos dicen que ven, igual que los fariseos o como los religiosos—dicen ver.
Verso 41: “Jesús les dijo, ‘Si ustedes fueran ciegos, no tendrían pecado, pero ahora dicen, “Vemos.” Por tanto, su pecado permanece.’”
Entonces, cuando uno llega a este punto de ceguera espiritual, se mete en grandes problemas con Cristo. ¿Por qué? Porque no podrá ver sus pecados y no podrá arrepentirse de ellos. La persona que está pecando y se está arrepintiendo, no es la que está en problemas. Sino la persona que está pecando y se rehúsa a reconocer el pecado, y no se arrepiente. Ése es el que está en problemas, porque dice ‘veo.’ Por lo tanto, su pecado permanece.
Es por eso que Pedro escribió: “Pero aquel en quien estas cosas no están presentes…”. Ahora leamos II Pedro 1:10: “Por esta razón, hermanos, sean aún más diligentes para hacer su llamado y elección seguros…” Aquí tenemos dos veces: diligencia, ¿Cierto? Usen toda diligencia; y aquí dice sean más diligentes que toda diligencia. “…para hacer su llamado y elección seguros…”
No quiere decir que sea algo que podamos garantizar; sino que Dios nos ha dado una tremenda responsabilidad, para poder asegurar nuestro llamado y elección. Hay cosas que debemos hacer; nosotros somos responsables y Dios se está asegurando que les demos seguimiento.
“…porque si están haciendo estas cosas…” [Haciendo en el griego significa practicando]…nunca caerán en ningún momento. Porque en esta forma, les será ricamente concedida una entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador, Jesucristo” (versos 10-11). Y sabemos que esto ocurrirá en la resurrección.
Ahora hablemos más a fondo sobre el llamado y la elección. El Llamado y la elección son muy interesantes. Nadie puede llamarse a sí mismo; veamos cómo es este llamamiento, ¿cómo es uno llamado? ¿Puede alguien presentarse ante Dios y hacer que Él lo llame? Si fuera así, entonces ¿Quién estaría haciendo la voluntad de quién? Nadie va a forzar a Dios, Él es Quien está llamando. Esto es algo muy importante, que necesitamos volver a repasar y entender.
Juan 6:44—aquí está lo que dijo Jesús: “Nadie puede venir a Mí a menos que el Padre, Quien Me envió, lo atraiga…” Usted no puede ir a Dios por usted mismo; Dios tiene que llamarlo. El sólo hecho de vivir en el mundo, el solo hecho de vivir en la justicia de la letra de la ley, nos presenta un escenario un poquito diferente. Pero estamos hablando de lo espiritual, donde usted recibe el Espíritu de Dios. Puesto que Dios el Padre es Quien da el Espíritu Santo, Dios es Quien tiene que traer y Quien tiene que poner en la mente el desear el camino de Dios.
“…y Yo lo levantaré en el último día… [Este es el resumen más corto de todo el proceso del Evangelio, ¡justo ahí!]…Está escrito en los profetas, ‘Y todos ellos serán enseñados por Dios.’…” (Versos 44-45). Todos los que son llamados; así es como aprendemos realmente. ¿Cómo entiende usted la Biblia y sabe cosas de la Biblia? La Biblia es la Palabra de Dios; y si es la Palabra de Dios, ¿Quién le está enseñando a usted? ¡Dios lo está haciendo! Si el Espíritu de Dios está en usted, y Dios lo está guiando a entender Su Palabra, ¿Quién le está enseñando? ¡Dios lo está haciendo!
“…Por tanto, todo el que ha oído… [Usted tiene que responder ese llamado]…del Padre, y ha aprendido, viene a Mí. Nadie ha visto al Padre excepto Quien es de Dios; Él ha visto al Padre” (versos 45-46) —Cristo está hablando aquí de Sí mismo.
En Juan 6:65 Él lo vuelve a reiterar. Es un regalo de Dios el llegar al conocimiento del entendimiento de la Verdad, pero si ese don es rechazado, entonces se está metiendo en problemas porque:
· El Espíritu Santo es un regalo de Dios
· El llamamiento es un regalo de Dios
· El Hijo de Dios como sacrificio para el perdón de nuestros pecados, es un regalo de Dios
Y a final de cuentas, como hemos dicho anteriormente, no tenemos nada que no hayamos recibido.
(Ir a la pista siguiente)
Leamos Juan 6:65 de nuevo—porque necesitamos entender a profundidad cómo hacer seguros nuestro llamamiento y elección. Miren lo que dijo Jesús aquí: “…Por esta razón, les he dicho, nadie puede venir a Mí a menos que le haya sido concedido por Mi Padre.” Entonces, Dios es Quien tiene que hacerlo, Dios es Quien tiene que llamarlo (como lo vimos en el verso 44); usted no puede venir a Jesucristo, a menos que el Padre le dé la habilidad para hacerlo. Así que, esta es la manera en que Dios el Padre va a asegurarse de que los llamados—aquellos que Él llama y realmente tienen Su Espíritu—sepan y entiendan.
Sé que estas son Escrituras muy básicas y que todos deberíamos saber. Sin embargo, son fundamentales para entender nuestro llamado; para que no nos exaltemos en nuestra vanidad y en nuestras propias obras y lleguemos pensar que estamos haciendo algo por nosotros mismos. Recuerden, no hay ninguna obra de ninguna ley que pueda sustituir el sacrificio de Jesucristo. También reitero que no hay ninguna obra de ninguna ley que pueda sustituir la imputación o aplicación de la justicia de Jesucristo, que le fue dada como un regalo. Ningún hombre puede hacerse justo a si mismo ante Dios—este es el llamamiento que debemos asegurar.
Llevemos esto más allá en el libro de Hebreos capitulo tres, porque necesitamos entender qué tipo de llamado es este. Este no es un llamado a una religión, para hacerse mejor a sí mismo en el mundo. Este es un llamado directamente de Dios el Padre, el Ser más grande del universo. Por favor entiendan esto: solamente Él es apto para sentarse en el trono del universo. Nadie más es apto. Por lo tanto, cuando usted realmente comprenda eso, entonces entenderá el pecado de Satanás, que él se iba a exaltar a si mismo sobre ‘las estrellas y sentarse en el trono en los lados del norte.’
Hebreos 3:1: “Por esto, santos hermanos…” Eso viene de la palabra santificar—eso es lo que lo hace santo a usted. Si usted tiene el Espíritu Santo, si usted tiene el Santo llamado; si tiene a Cristo en usted, entonces usted es santo.
“…participantes del llamamiento celestial…” (Verso 1). ¡Este llamado es tremendo y fantástico! Llamado viene del griego, ‘klesis’—que (como hemos estado estudiando) significa que Dios lo tiene que hacer. Es por eso que es un llamado celestial; el Padre tiene que hacerlo.
“…consideren al Apóstol y Sumo Sacerdote de la fe que profesamos—Jesucristo, Quien fue fiel a Aquel que lo ordenó, así como lo fue Moisés en toda Su casa. Porque Él ha sido considerado digno de mayor gloria que Moisés, así como El que construyó la casa tiene mucho más honor que la casa misma” (versos 1-3). Cristo es Quien está construyendo la casa; de hecho, es el dueño de la casa—obviamente, Él tiene más honor que la casa.
Verso 6: “Pero por otro lado, Cristo fue fiel como el Hijo sobre Su propia casa; Cuya casa somos nosotros, si verdaderamente estamos reteniendo… [Este es el mismo uso de palabras del apóstol Pedro: hagan su llamado y elección seguros. Usted tiene que retener]…la confianza… [Y esa confianza viene del poder del Espíritu de Dios]…y el regocijo de la esperanza firmes hasta el fin.”
Ahora veamos Quien es el Iniciador y el Terminador; el Autor de nuestra fe. Es importante entender esto, porque encaja perfectamente con el llamado que Dios ha hecho.
Hebreos 12:1: “Por tanto, dado que estamos rodeados por tan gran multitud de testigos, dejemos a un lado todo peso, y el pecado que tan fácilmente nos atrapa; y corramos la carrera puesta delante nuestro con resistencia… [Eso también es hacer su llamado y elección seguros]…Teniendo nuestras mentes fijas en Jesús, el Iniciador y Terminador de nuestra fe…” (1-2). Cuantas veces leemos en las Escrituras donde Jesús dijo, ‘Yo Soy el Principio y el Fin; Yo Soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Final.’
Aquí está, Él es: “…el Iniciador y Terminador de nuestra fe…” (Verso 2). Él es el único que puede hacerlo posible. Es por eso que necesitamos mirar hacia Él. No miramos hacia un hombre y no necesitamos mirar hacia una organización. Cuando usted hace eso, todas esas cosas se vuelven ídolos; porque los hombres lo van a decepcionar, las organizaciones lo van a decepcionar, ¡pero Cristo nunca lo va a decepcionar!
“…Quien por el gozo que tenía delante de Él resistió la cruz, aunque despreció la vergüenza, y se ha sentado a la mano derecha del trono de Dios. Ahora mediten profundamente en Quien resistió tan gran hostilidad de pecadores contra Sí mismo para que no lleguen a estar cansados y desmayen en sus mentes. Ustedes aún no han resistido al punto de perder sangre en su lucha contra el pecado” (versos 2-4).
También estamos en un tiempo de corrección; esta corrección está llegando como una sesión de vómito—eso es lo que está sucediendo ahora en las Iglesias de Dios—para que puedan ‘hacer su llamado y elección seguros’ si tan sólo se esforzaran por hacerlo.
El verso 5 es muy importante: “Y ustedes ya han olvidado la amonestación que Él les dirige como a hijos: “Hijo Mío, no desprecies el castigo del Señor, ni te canses de ser reprobado por Él; porque a quien el Señor ama… [Amor constante; tiempo presente]…Él castiga, y Él disciplina severamente a cada hijo a quien Él recibe’… [Todos esos son en tiempo presente]…Si soportan castigo, Dios está tratando con ustedes como un Padre con Sus hijos… [Eso es tan importante, hermanos. Necesitamos entender que el final de nuestro llamado es ser los hijos mismos de Dios]…Porque ¿quién es el hijo a quien el Padre no castiga? Pero si están sin castigo, del cual todos [cada uno de nosotros] son participes, entonces son bastardos y no hijos” (versos 5-8).
¡Ahí está! Es muy importante que entendamos que Dios también quiere que nosotros ‘hagamos seguro nuestro llamamiento y elección.’ Él es Quien nos ha llamado y Él es Quien lo hace posible.
Ahora veamos dónde estamos en la historia de la Iglesia, si pudiéramos verlo de esa manera. Vayamos a I Corintios capitulo uno y después iremos a Mateo 22. Veamos lo que dice la Biblia acerca de nuestro llamado. Conocemos este verso y lo sabemos bien; pero leemos esto para el registro, porque está hablando acerca de nuestro llamamiento y es algo que solamente Dios hace.
I Corintios 1:23: “Pero nosotros proclamamos a Cristo crucificado. Para los judíos es una causa de ofensa… [Y la piedra les va a caer encima y los va a moler]… y para los griegos es insensatez; Pero para aquellos quienes son llamados…” (Versos 23-24). Noten la palabra llamado; seleccionados de Dios. Usted ha sido seleccionado personal e individualmente por Dios el Padre.
“…—ambos judíos y griegos—Cristo es el poder de Dios y la sabiduría de Dios” (verso 24). Usted no necesita la sabiduría de la filosofía; no necesita el poder del demonismo; no necesita el poder de la personalidad; no necesita el cerebro de un genio, ¡usted necesita a Cristo! ¿Por qué?
Verso 25: “Porque la insensatez de Dios es más sabia que el hombre, y la debilidad de Dios… [Si es que Él tiene algo de debilidad]…más fuerte que el hombre. Porque ustedes ven su llamado, hermanos… [Dios está haciendo algo maravilloso; pero ¡va a anonadar al mundo!]…que no hay muchos que sean sabios… [Eso significa solamente unos pocos]…de acuerdo a la carne, no muchos que sean poderosos… [Se refiere a aquellos que tienen habilidad y fuerza política, son poderosos en el mundo. Yo diría que no conozco a ninguno]…no muchos que sean de alta alcurnia entre ustedes” (versos 25-26). Aquellos de nacimiento en la realeza.
Verso 27: “Antes bien, Dios ha escogido… [Escogido es el verbo para llamado, que es el sustantivo. Escogido significa seleccionado]…las cosas tontas del mundo, para que Él pudiera avergonzar a aquellos quienes son sabios; y Dios ha escogido las cosas débiles del mundo para que Él pudiera avergonzar las cosas fuertes. Y lo vil del mundo… [Tal vez usted se ha preguntado de vez en cuando: ¿Por qué Dios me ha llamado? Ahí leemos por qué]…y lo despreciado ha escogido Dios—incluso las cosas que son contadas como nada… [Nosotros ni siquiera existimos para el mundo; somos igual a nada para ellos]… —para que Él pudiera llevar a nada las cosas que son… [Aquí está la razón]…Para que ninguna carne pudiera gloriarse en Su presencia… [Nadie se va a gloriar en Su presencia]…Pero ustedes son de Él en Cristo Jesús, Quien fue hecho sabiduría de Dios para nosotros—incluso justicia, y santificación, y redención; de modo que, como está escrito, ‘El que se gloria, gloríese en el Señor’” (versos 27-31).
Veamos qué sucede cuando hay personas que piensan que son llamados, o piensan que son majestuosos y que lo merecen. Vayamos a Mateo 22 para tener un buen análisis de dónde estamos actualmente, en relación a la Iglesia.
Mateo 22:1: “Y nuevamente Jesús respondió y les habló en parábolas, diciendo, ‘El reino del cielo es comparado a un hombre que era un rey, quien hizo una fiesta de bodas para su hijo… [Este es un tipo de la Iglesia y de Jesucristo]…Y envió a sus siervos a llamar a aquellos que habían sido invitados para la fiesta de bodas; pero rechazaron ir. Más tarde envió a otros siervos, diciendo, “Díganles a aquellos que habían sido invitados, ‘He aquí, he preparado mi cena; mi buey y las bestias gordas están muertas, y todas las cosas listas. Vengan a la fiesta de bodas.’ Pero ellos no prestaron atención y se fueron, uno a su granja, y otro a su negocio. Y el resto, tras agarrar a sus siervos, los insultaron y mataron’”” (versos 1-6).
¿No vemos lo mismo ahora en la Iglesia de Dios? ¿Cuántos fueron llamados, que ahora empiezan a rechazarlo? ¿No está Dios rechazando todo el establecimiento de la organización que estaba ahí? ¿Las tierras? ¿Los edificios? ¿Los lideres? ¡Sí, porque están tomando el llamado a la ligera! De hecho, están hablando blasfemamente acerca de la Verdad. Ya hablaremos de eso cuando lleguemos a II Pedro 2, pero están empezando a decir que el camino del mundo es mejor; que la navidad es mejor; que las pascuas son mejores; y que todas esas cosas son mejores. Aman más la interpretación de Satanás acerca de la Palabra de Dios, que la interpretación de Dios acerca de Su propia Palabra. ¿Qué hicieron? Echaron a mucha gente; los desasociaron; los mataron espiritualmente, por así decirlo. ¡Sí, lo hicieron! Pero hay algo más que Dios está haciendo, que también pone un peso sobre nosotros.
Verso 7: “Ahora cuando el rey escuchó esto, se enojó; y envió sus ejércitos y destruyeron aquellos asesinos, y quemaron su ciudad.” Eso es exactamente lo que Él le hizo a Jerusalén y es exactamente lo que Él les está haciendo a las Iglesias de Dios que se elevan en poder y arrogancia y rechazan la Verdad de Dios. Él les va a quitar todo lo que tienen. ¿No es eso lo que dijo Jesús acerca de los talentos? ¡Sí, lo hizo! Será tomado y ‘dado a aquellos que den fruto.’ Esa organización va a ser destruida, para que podamos entender que Dios no está mirando las cosas físicas.
Dios no está mirando un templo físico. Él destruyó a Jerusalén y el templo en el 70 D.C. ¿no es así? ¿Por qué? ¿Qué es lo que Jesús está buscando? ¿Qué dijo que estarían haciendo los verdaderos adoradores de Dios, en adoración a Dios? Jesús dijo, ‘La hora viene, y ahora es cuando el Padre buscará a aquellos que Lo adoran en espíritu y en verdad. Porque Dios es Espíritu, y aquellos que lo adoran a Él ¡deben adorarlo en espíritu y en verdad!’ Eso es lo que Dios quiere.
Verso 8: “Luego él dijo a sus siervos, ‘La fiesta de bodas está en verdad lista, pero aquellos que estaban invitados no eran dignos… [¿Por qué no fueron dignos? Porque consideraron el llamado como algo trivial]…Por tanto, vayan a las carreteras bien transitadas, e inviten a todos los que encuentren a la fiesta de bodas.’ Y tras salir a las carreteras, aquellos siervos reunieron a todos los que encontraron, buenos y malos; y la fiesta de bodas estuvo llena con los invitados. Y cuando el rey entró para ver los invitados, notó un hombre allí que no estaba vestido en atuendo apropiado para la fiesta de bodas’” (versos 8-11).
Esto también nos dice que una vez que usted es llamado, es responsable de vestirse a sí mismo; y si usted deja que Cristo esté en usted y se viste de la justicia de Dios; si tiene el Espíritu de Dios, entonces sabe que el atuendo de boda es la justicia de los santos, como se nos dice en Apocalipsis 19:7-8). Así que tenemos que estar listos y hay cosas que necesitamos hacer. ¿Cuál es uno de los problemas con los Laodiceanos? Hay que recordar que estamos viviendo en esa era. Ellos son pobres, miserables, ciegos y desnudos— ¡No están vestidos!
Verso 12: “Y le dijo, ‘Amigo, ¿cómo entraste aquí sin un vestido apropiado para la fiesta de bodas?’ Pero él no tuvo respuesta.” Se quedó mudo. Él no supo que decir. La verdad es que cuando usted se pare ante Dios en el trono de juicio, no tendrá nada que decir, porque dice, ‘todos vendrán ante el trono de juicio de Jesucristo y darán cuentas de sí mismos.’ Nadie más lo va a hacer por usted.
Verso 13: “Entonces el rey dijo a los siervos, ‘Aten sus manos y pies, y sáquenlo, y échenlo en las tinieblas de afuera.’ Allí será el llanto y crujir de dientes. Porque muchos son llamados, pero pocos son escogidos” (versos 13-14). ¿Por qué pocos son escogidos? Porque pocos se arrepienten y usted siempre tiene que tener una actitud de sumisión y un corazón humilde ante Dios; lo cual es una actitud de arrepentimiento. Usted puede tener eso, una vez que entiende realmente el grandioso y fantástico llamado. Una vez que entiende y se da cuenta de que:
· Fue Dios el Padre Quien lo llamó personalmente
· Es Dios el Padre Quien lo llevó a Cristo
· Es Dios el Padre Quien está haciendo estas cosas
Entonces Dios empieza a abrir su mente al entendimiento de Su voluntad, en lugar de su propia voluntad.
Vayamos a Efesios capitulo uno, porque es muy importante que entendamos esto. Dios nos ha dado el entendimiento de Su voluntad personal, con Su Espíritu. Van a notar que en estas series, veremos algunos de estos versos varias veces. Y la razón es porque éstos nos dan el impacto más grande de lo que Dios está haciendo.
Efesios 1:4: “De acuerdo a como Él personalmente nos ha escogido para Sí mismo…” Dios el Padre es Quien lo ha hecho. Recuerden, estamos estudiando de II Pedro 1, que habla de que debemos hacer nuestro llamado y elección seguros. Eso se vuelve nuestra responsabilidad. Dios nos va a ayudar con ello. Dios tiene que hacerlo en nosotros, pero nosotros tenemos que elegirlo; tenemos que elegir rendirnos ante Dios.
“…antes de la fundación del mundo… [Ese siempre fue el plan de Dios, así como Cristo fue ‘matado desde antes de la fundación del mundo’ pero aun así, Él no fue matado físicamente hasta que fue crucificado]…para que pudiéramos ser santos e inocentes… [Inocente significa que no hay nada de pecado, porque la justicia de Jesucristo es imputada a nosotros y así nos ve Dios el Padre]…delante de Él en amor.”
Es por eso que nunca puede haber suficiente predicación del amor de Dios, porque eso es lo único que nos va a llevar ahí. Es lo único que nos va a traer el conocimiento, la verdad y el entendimiento de Dios y Su camino; todo es con el amor de Dios.
Noten que este es nuestro destino, verso 5: “Habiéndonos predestinado por filiación… [No ‘adopción’ (VRV) porque al recibir el engendramiento del Espíritu Santo, somos los hijos mismos de Dios el Padre]…para Sí mismo a través de Jesucristo… [Dios nos va a presentar ante Cristo como su novia]…de acuerdo al buen placer de Su propia voluntad.” De eso se trata el llamado.
Ahora veamos otros versos que son muy importantes que entendamos. Aquí es donde necesitamos estar, hermanos. Esto es lo que debemos estar haciendo siempre; para que podamos entender lo que Dios el Padre está haciendo realmente y cómo es que lo está haciendo.
Para que entendamos cómo fluye todo esto en conjunto, vayamos al verso 13: “En Quien también confiaron ustedes después de oír la Palabra de la verdad, el evangelio de su salvación; en Quien también, después de creer, fueron sellados con el Espíritu Santo de la promesa.” Este Espíritu Santo de la promesa es el engendramiento de Dios el Padre. De hecho, nos imparte el principio de la naturaleza de Dios y la mente de Cristo.
Verso 14: “El cual es las arras… [Es el pago inicial, porque la plenitud del camino de Dios aún no ha sido dada]…de nuestra herencia hasta la redención de la posesión comprada, para la alabanza de Su gloria… [Nosotros vamos a ser de la alabanza de la gloria de Dios para que podamos saber y entender esto]…Por esta causa, yo también, después de oír de la fe en el Señor Jesús que está entre ustedes, y el amor hacia todos los santos, no ceso de dar gracias por ustedes, haciendo mención de ustedes en mis oraciones” (versos 14-16).
Esto es por lo que él estaba orando; esta oración está escrita para nosotros ahora. Este es el deseo de Dios para nosotros. Así es como podemos hacer nuestro llamado y elección seguros, como nos amonestó el apóstol Pablo.
Verso 17: “Que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, pueda darles el espíritu de sabiduría y revelación en el conocimiento de Él.” Esto:
· Tiene que venir de Dios
· Tiene que venir de Su Palabra
· Tiene que venir de Su Verdad
· Tiene que venir de Su Espíritu
Verso 18: “Y puedan los ojos de su mente ser iluminados…” Hermanos, esto es algo que sucede espiritualmente; esto solamente puede venir con la oración, por medio de la sumisión; con la elección de tener una actitud que viene de Dios el Padre, pero usted debe proveer la elección de que su corazón está rendido ante Dios.
“Y puedan los ojos de su mente ser iluminados… [Dios quiere que sepamos]…para que puedan comprender cuál es la esperanza de Su llamado… [Él no quiere que dudemos, Él quiere que sepamos que esa esperanza es lo más grande que hay para los hijos e hijas mismos de Dios. ¡Es por eso que Dios lo ha llamado!]…y cuál es la riqueza de la gloria de Su herencia en los santos” (verso 18). Es anonadante cuando eso se entiende.
· ¿No sostiene Cristo al universo por la ‘palabra de Su poder’? ¡Sí!
· ¿Cristo va a heredar el universo? ¡Sí!
· ¿No somos nosotros llamados ‘co-herederos con Cristo’? ¡Sí, por supuesto!
Eso es glorioso, hermanos.
Verso 19: “Y cuál es la excesiva grandeza de Su poder hacia nosotros que creemos…” Dios tiene ese poder y quiere que lo recibamos. Dios tiene ese poder que Él quiere usar en nuestras mentes y en nuestros corazones, para que podamos ser verdaderamente convertidos y verdaderamente sumisos a Dios.
“…de acuerdo al trabajo interno de Su enorme poder, el cual Él forjó en Cristo, cuando lo levantó de los muertos, y lo colocó a Su mano derecha en los lugares celestiales, muy por encima de todo principado y autoridad y poder y señorío, y de todo nombre que es nombrado—no solo en este siglo, sino también en el siglo por venir” (versos 19-21). Ese es nuestro Salvador. Dios el Padre quiere que entendamos eso, para que podamos asegurar nuestro llamado y elección. Esto es lo más grande y profundo que hay.
Verso 22: “Porque Él ha subordinado todas las cosas bajó Sus pies, y le ha dado ser cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cuál es Su cuerpo—la plenitud de Él Quien llena todas las cosas en todo” (versos 22-23). Eso también es cumplir y llenar la plenitud del llamamiento de Dios.
Veamos cual era la actitud del apóstol Pablo hacia todo esto y cómo miraba él su llamamiento. Después de mencionar todas las cosas físicas en las que podía confiar y lo grandioso que él era, dijo:
Filipenses 3:8: “Pero entonces verdaderamente, cuento todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús mi Señor…Y poder ser encontrado en Él… [Ahí es donde queremos ser encontrados, hermanos. ¡En Cristo!]…no teniendo mi propia justicia, la cual es derivada de ley…” (Versos 8-9). Ah sí, usted puede ser una persona que permanece en la ley, sin Cristo. Pero usted no puede ser una persona morando espiritualmente en la ley, sin la justicia de Cristo.
“…sino esa justicia la cual es por la fe de Cristo—la justicia de Dios que está basada en fe… [Esa es la verdadera fe, ¡Cristo en usted!]…Para poder conocerlo… [Necesitamos conocer realmente a Cristo]…y conocer el poder de Su resurrección, y el compañerismo de Sus sufrimientos, siendo conformado a Su muerte; si por cualquier medio puedo alcanzar hasta la resurrección de los muertos; no como si lo hubiera ya recibido, o si ya hubiera sido perfeccionado; sino estoy luchando… [Eso significa que él presiona con fuerza tras de eso]…para poder también agarrarme de eso por lo cual también fui agarrado por Cristo Jesús” (versos 9-12).
Aquí hay un verso clave para poder vencer, verso 13: “Hermanos, no me cuento a mí mismo como habiéndolo alcanzado; pero esta única cosa hago—olvidando las cosas que están atrás, y extendiéndome a las cosas que están adelante.” Eso se conecta de nuevo con Mateo 6:33, ‘busca primero el Reino de Dios y Su justicia; suficiente para el día es su propio mal.’
Ya tenemos suficientes problemas y dificultades día a día, así que necesitamos olvidarnos de aquellos que quedaron atrás. Usted no los puede cambiar, no puede repararlos; no puede volver y hacerlos de nuevo. No arruine el minuto de hoy por lo que pasó ayer; y no se preocupe del mañana, porque aún no llega. Tampoco se lleve ninguno de sus problemas de ahora hacia el futuro, así como no debería traer los problemas del pasado al presente.
Noten lo que él está haciendo, porque así es como usted puede cambiar, crecer y vencer, verso 14: “Yo presiono hacia la meta por el premio del alto llamado de Dios en Cristo Jesús.” Siempre presionando hacia eso. Siempre dirigiéndose hacia eso. Siempre dándose cuenta de que:
· Dios es más grande
· Dios es amor
· Dios es misericordioso
· Dios perdona
· Dios le ha dado a usted la justicia de Cristo
· La gracia de Dios es para cubrir todo lo que usted tiene en su vida
Por lo tanto, usted puede ‘presionar hacia la marca del alto llamado.’ Sí, como vimos, es un llamado celestial.
Aquí hay una promesa, verso 15: “Así entonces, tantos como sean perfectos sean de esta mente. Y si en cualquier cosa ustedes son de otra mentalidad, Dios les revelará incluso esto.” Es por eso que Dios le muestra cuando usted tiene una mala actitud, Él se lo está revelando; para que pueda arrepentirse de ello, para que pueda cambiar, crecer y vencer. Es tremendo cuando eso se entiende, hermanos.
Vayamos a Romanos capítulo ocho, y ¡aquí hay algo para recordar siempre! ¡Nunca olviden esto! Es tan profundo, verdadero, y es algo que usted debe hacer desde su ser. Romanos 8:28: “Y sabemos… [Es lo que tenemos que saber ¿Usted sabe esto? ¿Puede usted decir esto como el apóstol Pablo? ¿Está convencido en su corazón, mente, alma y ser que esto es cierto? Independientemente de lo que sea]…que todas las cosas… [¡Eso significa todo!]…trabajan juntas para el bien de aquellos que aman a Dios, para aquellos que son llamados de acuerdo a Su propósito.” Usted es llamado para el propósito mismo de Dios y usted debe hacer ese llamado y elección seguros.
Volvamos a II Pedro 1—porque no solamente debemos hacer nuestro llamado seguro, sino ambos nuestro llamado y elección. La elección es entonces su respuesta. Dios lo llama y usted elige. Usted es elegido, es seleccionado, ¡es llamado! Pero entonces usted tiene que elegir responderle a Dios y esto es lo que se vuelve muy importante. Leamos eso de nuevo, y veremos otros versos que ayudan a resaltar este llamado y elección, o selección, si se pudiera decir de esa manera. Tenga en mente que su decisión está involucrada.
II Pedro 1:10: “Por esta razón, hermanos, sean aún más diligentes… [Significa que debemos trabajar en eso; a raíz de todo lo que está sucediendo, debemos ser más diligentes]…para hacer su llamado y elección seguros… [¿Cómo hace eso? Él nos dice ahí, en la última parte del verso]:…porque si están haciendo estas cosas… [¿Cuáles cosas?]…nunca caerán en ningún momento.” ¿Cuáles cosas? Lo que dice en los versos 5, 6 & 7—leamos esos de nuevo.
Verso 5: “Y por esta misma razón también, habiendo además aplicado toda diligencia, añadan a su fe… [Como aprendimos: pongan en su fe]…virtud; y a la virtud, conocimiento; y al conocimiento, auto-control; y al auto-control, resistencia; y a la resistencia, santidad; y a la santidad, amor fraternal; y al amor fraternal, el amor de Dios” (versos 5-7). Lo que él nos da para inspirarnos; porque es muy importante la manera en que esto está escrito.
Volvamos a los versos 2, 3 & 4 y repasémoslos de nuevo, porque esto es lo que debemos estar haciendo. Este es nuestro llamado, es nuestra elección y es lo que debemos asegurar. Dios está haciendo esto para inspirarnos, porque nunca seremos capaces de soportar los asaltos de los falsos maestros de los que él habla en el capítulo dos, a menos que estemos haciendo esto.
Verso 2: “Gracia y paz sean multiplicadas a ustedes en el conocimiento de Dios y de Jesús nuestro Señor… [Es en lo que necesitamos estar creciendo]…De acuerdo a como Su divino poder nos ha dado todas las cosas que pertenecen a la vida…” (Versos 2-3). No necesitamos la filosofía; no necesitamos la teología de los hombres. Él nos ha dado todas las cosas que conciernen a la vida.
“…y a la santidad, a través del conocimiento de Quien nos llamó por Su propia gloria y virtud; a través de la cual Él nos ha dado las más grandes y preciosas promesas…” (Versos 3-4). Hermanos, estas son las promesas más grandes y preciosas que Dios puede dar. ¡Ser como Dios! ¡Verlo cara a cara! Eso vamos a hacer.
“…que a través de estas ustedes pueden convertirse en participes de la naturaleza divina… [Eso es lo que Dios nos ha dado, a través del engendramiento de Su Espíritu Santo y Dios quiere darnos la consumación de ello. Él quiere darnos la plenitud de ello y quiere que seamos como Él es]…habiendo escapado de la corrupción que está en el mundo a través de lujuria” (verso 4).
Ahora, ¿Por qué él construye esta epístola de esta manera? Hagamos un pequeño estudio y veamos eso.
· Él ha dado las promesas: versos 1-4—grandes y preciosas promesas
· Él nos dice cómo podemos crecer: versos 5-10—para asegurarse de que podamos hacer nuestro llamado y elección seguros.
Para que entonces, verso 11: “Porque en esta forma, les será ricamente concedida una entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador, Jesucristo.” Es para que podamos entrar al Reino de Dios y claro que eso va a ser en la resurrección, porque sabemos que las Escrituras nos dicen que ‘la carne y sangre no pueden heredar el Reino de Dios.’ ¡Debemos ser espirituales! Como ‘hemos llevado la imagen de lo terrenal, así también llevaremos la imagen de lo celestial.’ Así que necesitamos tener esa entrada, hermanos. Recuerden, leímos que muchos van a querer entrar, ¡pero no lo harán! Ellos van a ver todas las cosas que dirán que son buenas obras, y Jesús va a decir, ‘Nunca te conocí, apártate de Mí, tú que obras iniquidad.’ Pero estas cosas nos dan la garantía de entrar al Reino eterno.
Verso 12: “Por tanto, no descuidaré el hacerlos siempre conscientes de esas cosas…” Y como veremos la próxima vez, él las va a escribir también.
Después él dice en el verso 16: “Porque no seguimos mitos inteligentemente inventados, cuando les hicimos saber el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo, sino que fuimos testigos oculares de Su magnífica gloria.”
Así que también tenemos la “…Palabra profética confirmada…” (Verso 19).
Los versos 20-21 nos dicen cómo fue ensamblada la Palabra de Dios, pero eso vamos a estudiarlo la próxima vez. Necesitamos entender cómo se adjunta esto—la manera y la secuencia en la que se adjunta. Para que al llegar al capítulo dos veamos la parte de los falsos profetas, de todas las cosas que están sucediendo, y también vamos a estudiar la Epístola de Judas a la vez, porque son paralelas.
Una vez que estudiemos esto, seremos capaces de entender que el llamado de Dios es tan grande, que ningún hombre, ningún maestro falso, ningún hermano falso puede quitárnoslo; pero debemos entender y saber cómo reconocer maestros falsos, falsos profetas, falsas doctrinas y cosas así—los cuales veremos después de cubrir que los apóstoles son quienes canonizaron la Palabra de Dios. Así que esto es de lo que nos habla la última parte del capítulo uno de II Pedro.
Escrituras citadas:
· II Pedro 1:5, 10, 5-7
· I Pedro 4:8
· Mateo 18:21-22
· Juan 3:16-17
· I Pedro 5:13-14
· II Corintios 6:1-12, 14-18
· I Timoteo 4:12
· II Timoteo 2:22-23
· II Timoteo 3:10-13
· Colosenses 3:12-14
· II Pedro 1:8-9
· II Pedro 2:18-22
· II Pedro 1:9
· Juan 9:1-6, 31-41
· II Pedro 1:10-11
· Juan 6:44-46
· Juan 6:65
· Juan 14:6
· Hebreos 3:1-3, 6
· Hebreos 12:1-8
· I Corintios 1:23-31
· Mateo 22:1-14
· Efesios 1:4-5, 13-23
· Filipenses 3:8-15
· Romanos 8:28
· II Pedro 1:10, 5-7, 2-4, 11-12, 16, 19
Escrituras mencionadas, no citadas:
· Ezequiel 40:47
· Apocalipsis 19:7-8
· Mateo 6:33
· II Pedro 1:20-21
· Judas
También mencionados:
Serie de sermones: Serie del Amor